lunes, 6 de mayo de 2013

¿Porqué El Método Feldenkrais?


El Método Feldenkrais pone en práctica algunos ingredientes especiales, como la curiosidad, el asombro, el placer, la seguridad y la confianza; estos ingredientes, que acompañaron nuestra infancia mientras duró; son los que ayudan a provocar cambios en circuitos neuronales que despiertan opciones olvidadas.
Los movimientos son lentos, la construcción de movimientos simples y, diferenciadas de acuerdo a las complicadas y complejas estructuras funcionales que tienen relación con todas las actividades humanas, tales como reír, hablar, alcanzar, rodar, caminar, vestirse, bailar, etc. El cerebro reconoce y utiliza rápidamente los movimientos funcionales y son la base de todo aprendizaje humano, desde la infancia.
Esos son los medios que utiliza el MF para lograr que cada uno investigue en sí mismo, sin juicios de valor, sólo observándose, reconociéndose, ubicándose en el espacio, concientizándose de sí mismo, aceptándose en la diferencia, en el ser único que es cada uno.
De esa base, parte este método, reencontrando conexiones, reorganizando, reubicando, mejorando las opciones en tanto funcionalidad, despertando lo que los hábitos de movimientos han ido dejando en un segundo plano.
Una sensación de calma y de bienestar, un estado de relajada alerta, de apertura de los sentidos, un cambio de humor que se traduce en un sentirse bien consigo mismo; los movimientos lentos activan los sentidos, se experimenta una plenitud de conciencia que hace del oir, del ver, del gustar y del mover, nuevas formas de sentir el placer de ser la persona que se es, única, irrepetible e inigualable.
Todo eso es posible de lograr con el Método Fledenkrais; probablemente esas sensaciones se logren también con otras técnicas de ejercicios, pero el MF es el único que lo hará desde las posibilidades y las características de cada persona, en donde no hay un objetivo que lograr que no sea el aprendizaje de mí mismo, en mí mismo y desde mi mismo.

miércoles, 27 de marzo de 2013


Cambios de patrones: opción de vivir plenamente

Opciones de cambios en nuestras actividades, creadas desde nosotros mismos, acudiendo a nuestro ser, a nuestros recursos, sean simples recuerdos que despierten sensaciones o emociones; nos despiertan los sentidos, las posibilidades de redescubrir tantas actividades corporales olvidadas o dormidas, esperando por una ocasión de reanimarse y mostrarnos la plenitud que signica moverse más libre, más consciente, mejorando nuestros sentidos, haciendo más presente el placer de moverse de forma más eficiente y con menos esfuerzo.
Miedo, dolor, angustia, enojo, ansiedad, odio, todas estas emociones son corporales, dejan su huella en nosotros, en nosotros como seres vivos, en el cuerpo, en el alma, en la cabeza, en las rodillas, en la respiración, en el entrecejo, en la boca, en el cuello. La memoria!. Si revisamos las experiencias de cada uno, las reconocemos en nosotros,. Los recuerdos también son “corporales”. Lo saben muy bien las personas con Trastorno de Estrés Post Traumático (TEPT).
Amor, ternura, alegría, satisfacción, plenitud, éxito, superación, protección, también lo son. También dejan su huella en nuestro ser. Y provocan amor, alegría, ternura, satisfacción, plenitud, éxito, superación y protección cuando las recordamos. Y las recordamos con todo nuestro ser, con nosotros enteros. El recordar un gesto amoroso esperado y deseado, nos provoca una emoción muy parecida a la que provocó en el momento que se hizo, si recordamos algo que nos causó risa, nos vuelve a dar risa!, casi inevitablemente.
¿Podemos elegir?, ¿podemos recordar, voluntariamente, uno u otro? Es decir, ¿podemos influir en nuestro estado momentáneo, por ejemplo, como caminar en un momento específico? Podemos!
Podemos comenzar con el recuerdo llamado por nuestra memoria. También podemos hacerlo desde nuestro cuerpo, desde nuestra actitud corporal. Si inflamos el pecho, respiramos profundo, recordamos algo que nos causó alegría, tanto nuestra expresión corporal como la facial, darán cuenta, con microexpresiones de ese estado.
Las emociones no existen si no hay un cuerpo para expresarlas. Los invito a leer sus emociones en sí mismos, a reconocerlas, a investigarlas. ¿Qué pasa en mí cuando estoy triste? ¿Qué pasa con mis hombros?, ¿Con mi pecho? ¿Con mis rodillas? ¿Qué pasa cuando he tenido éxito? ¿Cuando estoy feliz? ¿Cómo respiro? ¿Cómo siento mi pecho? ¿Mi corazón? ¿Mi estómago? ¿Cuando tengo miedo? Cuando estoy enamorad@? ¿Dónde siento la emoción? Y lo más importante! Cuando la emoción pasa, ¿que rastros deja en mí?
El Sistema Nervioso mantiene en el disco duro relaciones entre hechos que ocurren fuera y dentro de nosotros y son muchas las ocasiones en que podemos tener certeza de que este Centro de Información nos envía en la misma dirección con el mismo estímulo. Eso es lo que podemos investigar. Cada uno por sí mismos, sin mirar al vecino, somos seres únicos e irrepetibles.

viernes, 4 de enero de 2013

Movimiento y Cerebro


Los mismos centros cerebrales que llaman al pensamiento racional y que nos ayudan a solucionar problemas, juegan también un rol en el movimiento. Los movimientos han formado nuestro intelecto y lo hacen todavía hoy, y viceversa, nuestro intelecto forma nuestros movimientos. Llinas dice que el intelecto es producto de un proceso de evolución que se realizó en el cerebro, en tanto que seres vivos móviles, primeramente primitivos, se desarrollaron a un estado altamente diferenciado. El movimiento es de gran importancia para el desarrollo de todas las funciones cerebrales. Sólo organismos que se mueven de un lugar a otro necesitan un cerebro; organismos que se quedan en un lugar por siempre, no lo necesitan.
El movimiento abarca un gran espectro de movimientos voluntarios e involuntarios, tanto conscientes como inconscientes y se manifiesta en numerosas formas. Se expresa en el sube y baja del cuerpo en la respiración, en los movimiento internos de los órganos, en el pulso de la sangre, y en la explosión de las hormonas como también en pequeños, a veces ni siquiera perceptibles movimientos vibratorios como tiritar o temblar. Las capacidades motoras van desde grandes movimientos que son originados por grandes grupos musculares, como lo son, el gatear, caminar o el correr, hasta manipulaciones de motricidad fina como lo es levantar algún objeto con las manos o mover los dedos de los pies. A los movimientos también pertenecen las comunicaciones interpersonales no verbales, como por ejemplo una expresión facial determinada (guiños, muecas, sonrisas), cambios en la postura corporal o el ladear la cabeza, como también gestos expresados con las manos o los brazos.
La mayoría de los movimientos resultan de las percepciones sensoriales y ellos retroalimentan la formación de las mismas. Movimiento o la memoria motora está basada en un sistema de feedback que mientras se aprende el movimiento, detecta los errores. Este sistema de feedback ocupa estos errores como base para lograr un nuevo movimiento, un orden secuencial más claro, lo que finalmente hace posible una realización exitosa. Nosotros aprendemos y modificamos mediante el movimiento cada segundo de nuestro estado alerta, lo mismo si activos o no (Ratey 2002-2001)
La memoria del movimiento entra en acción al amarrarse los zapatos o al aprender a tocar un instrumento musical. Adaptaciones sutiles del movimiento a las señales del medio ambiente y de las comunicaciones interpersonales no se reconocen fácilmente, pero son decisivas para la identificación de las tendencias de acción. Por ejemplo un niño que se siente orgulloso por haber jugado bien su juego, gesticula y saca su pecho mientras relata el acontecimiento, si se encuentra con la desaprobación de sus padres, el pecho se recoge y los movimientos se verán inhibidos. Si se repite la crítica, podría ser que la inhibición del movimiento en la comunicación interpersonal se tranforme en una tendencia automática, lo que influye a su vez en la percepción sensorial. La que a su vez, es clave en la formación del movimiento preciso para la acción requerida.
(Inspirado en "Trauma und Körper", Pat Ogden, Kekuni Minton y Clare Pain)